Producción de cultivos

Preparación del terreno

Proporcionar a las plantas el mejor suelo posible es la primera medida que debe tomarse para garantizar que un cultivo pueda proporcionar el mejor rendimiento. El objetivo es crear un lecho con los nutrientes y factores ambientales adecuados para favorecer la germinación de las semillas y el establecimiento del cultivo para su posterior desarrollo. En el pasado, esto se ha logrado mediante métodos combativos como la quema de rastrojos y el volteo. Estos requieren esfuerzo, especialmente en entornos con bajos niveles de mecanización, lo que los hace insostenibles a largo plazo y una carga para los pequeños agricultores que deben preparar el suelo manualmente con herramientas sencillas.

Existen organizaciones que fomentan técnicas alternativas para el desmonte de tierras que tienen como objetivo reducir la necesidad de mano de obra y el tedio del trabajo, al tiempo que mejoran la sostenibilidad del desmonte. Conceptos como el laboreo reducido y el uso de técnicas y equipos adecuados pueden ayudar a alcanzar este objetivo sin perder de vista la sostenibilidad.

Mediante el uso de mejores azadas, la siembra en hileras, el uso de subsoladores, gradas y sembradoras de tracción animal, el proceso de preparación de la tierra y deshierbe puede hacerse más ligero y menos intensivo en mano de obra. Si la infraestructura y las capacidades del agricultor son apropiadas para el contexto en el que las condiciones socioeconómicas lo permiten, se pueden utilizar tractores de un solo eje con equipos modificados. Si se emplean en un contexto de labranza mínima o reducida, como en el caso de las terrazas o la agricultura de conservación, los humidificadores y los pulverizadores pueden desempeñar otras funciones relacionadas con el mantenimiento de la cubierta del suelo, al tiempo que reducen sustancialmente la tarea de escarda.

Operaciones de cultivo

La siembra de semillas y el deshierbe son dos de las muchas actividades que afectan al rendimiento de un cultivo. El desarrollo de las plantas depende de que se utilicen las dosis de siembra y los marcos de plantación óptimos. Esto está relacionado con el sistema de cultivo y el estado del suelo. Existe una amplia gama de herramientas y equipos que pueden mejorar las operaciones de siembra ajustándose al mismo tiempo al contexto económico, social y medioambiental del agricultor, desde la siembra al voleo hasta la siembra neumática de precisión.

Como parte de la filosofía de la agricultura de conservación, la combinación de laboreo reducido y no laboreo ayuda a mantener la calidad del suelo y la germinación de las semillas. Existe una gran variedad de sembradoras que pueden funcionar con estas configuraciones de laboreo reducido, entre las que se incluyen sembradoras manuales de tracción animal, sembradoras de tractor de un solo eje personalizadas para cultivos específicos y sembradoras de tractor de dos ejes con diversos estilos y niveles de sofisticación. La siembra directa ofrece a los pequeños agricultores la oportunidad de obtener mayores rendimientos y nuevas aplicaciones para la mano de obra que les queda, además de beneficios inmediatos como la reducción del trabajo y la puntualidad.

Escarda

Utilizando métodos tradicionales como la azada manual, la escarda puede llevar 140 horas por persona y hectárea (disminuyendo a 65 horas por hectárea a la tercera escarda). Las malas hierbas se eliminan en momentos clave para impedir que crezcan y perjudiquen al cultivo. Para evitar que las semillas del cultivo anterior permanezcan, debe realizar una escarda tardía. Tanto la calidad de vida del agricultor como la eficacia de su trabajo pueden mejorarse utilizando las herramientas y el equipo adecuados para completar la tarea más rápidamente y con menos mano de obra. Existen métodos mecánicos o químicos de gestión de las malas hierbas. El objetivo de la opción mecánica es eliminar completamente la planta, mientras que el objetivo de la opción química es matar la planta utilizando un agente químico con acción selectiva, que suele aplicarse mediante pulverización.